El territorio valenciano se caracteriza por la amplia variedad de paisajes, integrados en una decena de modalidades de paisajes. Algunos de ellos adquieren un especial significado simbólico para los ciudadanos de sus entornos. Unos por su presencia e impacto visual; en otras ocasiones, por tradiciones religiosas y de devoción, o por su singularidad; o por el uso tradicional secular, configurando paisajes culturales milenarios.