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Aitana - Paisajes Turísticos ValencianosPaisajes Turísticos Valencianos

Paisajes de montaña y forestales

Aitana

El techo de Alicante

La sierra de Aitana es un conjunto montañoso que forma parte del Sistema Bético, en su extremo más oriental dentro de la Península Ibérica. Está encuadrada en el norte de la provincia de Alicante (España), en una disposición este-oeste (Coordenadas: 38°39’3”N 0°16’29”O). El pico de Aitana, cumbre de dicha sierra, es a su vez la cumbre de la provincia, con 1.558 msnm.

La Sierra de Aitana se extiende sobre una superficie próxima a las 2.000 ha, presidiendo el montañoso sector de las comarcas de La Marina Baixa, L’Alacanti y los municipios meridionales de L’Alcoia y el Comtat. Cuenta con numerosas cumbres que superan los 1.000 m de altitud (Aitana, la Peña Alt, la Peña Cacha, la Peña del Mulero y el Alto del Carrascal), junto a paredones calizos de centenares de metros y barrancos encajados que accidentan el territorio y, al mismo tiempo, crean una gran diversidad de paisajes.

Aitana presenta una gran complejidad geológica donde predominan los materiales calcáreos y en menor medida los dolomíticos. Estratigráficamente, los materiales que afloran en la sierra se formaron desde el Cretáceo hasta el Mioceno. Después de su plegamiento durante el Mioceno, las rocas de la Sierra de Aitana sufrieron extensiones (estiramientos) que provocaron la aparición de fallas normales, hundiéndose bloques de rocas originando un relieve escalonado. La cumbre escarpada de la Sierra de Aitana constituye el peldaño superior de esta escalera de bloques de roca. Hacia el norte, en la zona de Partagat se observan varios escalones más bajos.

A partir del momento en que se formó el relieve elevado y escalonado de la Sierra de Aitana, el agua, el hielo y los movimientos de ladera se han encargado de esculpir y de modelar sus rocas, hasta adquirir las dimensiones y formas actuales, en un proceso muy lento pero constante. La estructuración del relieve, y una variada litología (en la que predominan las calizas en los escarpes y en los sectores más elevados, mientras que las margas lo hacen en los taludes y fondos de valle), conforman el modelado kárstico y la evolución de los escarpes, con desprendimientos de grandes bloques, deslizamientos y otros fenómenos de clima frío que han generado derrubios estratificados y canchales.

El clima de la Sierra de Aitana está condicionado, a grandes rasgos, por la altitud de la sierra y su orientación predominante. El ritmo anual de las temperaturas media anuales oscilan entre los 13,8 ºC de Alcolecha (739 msnm) y los 15,6 ºC de Callosa d’en Sarrià (247 msnm), en la vertiente norte. Las precipitaciones más elevadas en el entorno de la sierra corresponden al sector del occidente norte (Alcolecha, con una media de 706 mm/año) en cambio en la vertiente meridional se hace patente el efecto de barrera ejercitado por la sierra, así en el observatorio de Relleu la precipitación desciende hasta los 387 mm/año. Las nevadas son frecuentes en los inviernos, aunque su incidencia es muy variable entre un año y otro.

A lo largo de toda la Sierra se observan fragmentos de las series de vegetación propia de las serranías calcáreas más elevadas del norte de la provincia de Alicante. Actualmente, sólo quedan salpicaduras de lo que en otra época fueron frondosos bosques. Han desaparecido incluso los ejemplares de pino albar o silvestre (Pinus silvestris) que citaba Cavanilles. Quedan manchas y rodales de carrascras (Quercus ilex ssp. rotundifolia) y de pino carrasco (Pinus helepensis) en las zonas bajas. Si nos ceñimos a los pisos bioclimáticos, podemos observar como:

Dentro del piso termomediterráneo, en las partes más bajas y zonas soleadas, existen orlas de coscojares (Quercus coccifera) con espinos y aladiernos (Rhamnus lycioides, Rhamnus alaternus), que alternan con aulagar-romerales (con Ulex parviflorus, Erica multiflora, Rosmarinus officinalis, etc.).

Dentro de las áreas mesomediterráneas, menos elevadas y ligeramente más secas, se presentan carrascales sublitorales densos, dominados por las carrascas (Quercus ilex).

Y en el piso supramediterráneo, de las laderas más elevadas y umbrías orientadas al norte, encontramos carrascales supramediterráneos con pequeños retazos de robledales mixtos con encinas, quejigos (Quercus faginea) junto a otras especies caducifolias como el arce (Acer opalus ssp. granatense), fresno de flor (Fraxinus ornus) o el serbal (Sorbus aria). Entre los arbustos dominan especies como Prunus spinosa, Cotoneaster granatensis, Crataegus monogyna, Berberis australis o Lonicera etrusca. En las áreas supramediterráneas, se pueden observar también pequeños prados de montaña constituidos por salviares con Salvia blancoana subsp. mariolensis, Erinacea anthyllis, Scabiosa turolensis o Armeria alliacea entre otras especies.

Hay además, plantas endémicas propias de los roquedos y pedregales (como Jasione foliosa, Centaurea mariolensis, Reseda valentina o Iberis carnosa subsp. hegelmaieri), y también de los matorrales y herbazales (como Salvia blancoana subsp. mariolensis, Armeria alliacea, Leucanthemopsis pallida subsp. virescens). Junto a ellas existen elementos de carácter finícola y de raigambre bética que tienen en Aitana su localidad más septentrional (como Vella spinosa, Genista longipes, Leucanthemum arundanum o Thymus gadorensis).

En la vegetación forestal de la sierra se concentra una variada comunidad de mamíferos, entre los que se encuentran la gineta, el zorro, el jabalí, etc. En cuanto a la avifauna, podemos mencionar algunas rapaces como águilas (Aquila fasciata), gavilanes, halcones, búhos junto con mochuelos, lechuzas, cornejas, cuervos, tordos, petirrojos, mirlos, vencejos y golondrinas. La cumbre más alta de la provincia es también un importante lugar de paso para las aves en sus pasos migratorios, siguiendo el valle de Guadalest.

La gran variedad vegetal y faunística de esta sierra de Aitana le otorga un valor añadido que la configura como una de las sierras más importantes de la provincia de Alicante, en ella existen varias microrreservas de flora incluidas en el Proyecto LIFE de la Unión Europea, lo que conlleva la protección y conservación de estos espacios. A pesar de esto no está catalogada como Parque Natural y tan sólo cuenta con la calificación de monte público y de Lugar de Interés Comunitario, tanto por los valores medioambientales como por la conservación de muchos elementos que componían su organización tradicional.

La peculiar geo-morfología de la sierra permite el afloramiento de numerosas fuentes, especialmente en la ladera septentrional, entre las que cabe destacar la Font de Salines, Del Molí, la de Ondara, Ondarella, El Pí, o la Font de Partagat, una pequeña surgencia (caudal medio de 4 l/sg), localizada a 1085 m de altitud y relacionada con el drenaje natural de una gran lengua de derrubios, que se extiende desde la base de los escarpes de la Sierra de Aitana hasta la misma fuente. Estos depósitos de bloques caídos y gravas son muy porosos y permeables y se encuentran situados encima de margas arcillosas que actúan de sustrato impermeable. Cuando llueve, el agua se infiltra en los derrubios y circula subterráneamente por ellos, hasta volver a aflorar en los puntos más bajos, formando así los manantiales de Partagat y La Font Vella. La lluvia caída en la cima rocosa también se infiltra en la caliza fracturada. La mayor parte del agua infiltrada alimenta al acuífero carbonatado, que se extiende hacia el sur, pero una parte también va a los derrubios que drena la Font de Partagat, al estar en contacto ambas formaciones geológicas.

La sierra de Aitana, es un espacio que reúne ejemplos claros de los diversos usos de que ha sido objeto buena parte de esta sierra y constituye un reflejo de la diversidad paisajística que deriva de esos usos, a pesar de ser dominio potencial del encinar sublitoral podemos distinguir varios tipos de paisajes:

• Campos abandonados: los campos de cultivo constituyen el paisaje antropogénico dominante en la Serra d’Aitana, siendo uno de los de mayor impacto visual debido al aterrazamiento de laderas y vaguadas hasta cotas elevadas, en la que se plantaron olivos, almendros y cereal, productos a los que en la actualidad se añaden algunos frutales.

• Carboneo: aprovechamiento de leñas y maderas para la obtención de carbón vegetal para hogares y hornos. En la Serra d’ Aitana la especie más utilizada para este fin fue la carrasca. Estos carrascales destinados al carboneo se localizan en la vertiente septentrional de la sierra y sobre laderas pedregosas, de pendiente acusada, en que el aprovechamiento agrícola era imposible.

• Pinares fruto de repoblaciones efectuadas en diversos momentos.

La sierra presenta, pues, un escenario salpicado de bosques y quebradas, endemismos botánicos, encinas, tejos centenarios, arce de Montpellier, matas de romero, tomillo y lentisco, almendros, olivos, vides y algarrobos, rastrojos blancos y dorados, campos de labor escalonados, balsas, pedrizas, ermitas, cañizos, fuentes, cuevas, abrigos con manifestaciones de arte rupestre, itinerarios moriscos, restos de castillos, etc. Se empezó a ocupar en el Neolítico y en cuanto al patrimonio histórico y cultural es de destacar diversas fortificaciones medievales (como los castillos de Confrides, Sella o Guadalest, de cierta relevancia histórica, y pintorescos conjuntos urbanos de algunos pueblos de la sierra, como Guadalest. También, cabe destacar las cavas o pozos de nieve, que sin llegar a la monumentalidad de otras comarcas ponen de manifiesto esta antigua actividad.

Actualmente, un total de ocho pueblos se sitúan en las inmediaciones de la sierra: Alcolecha (al NO); Confrides, Benifato, Beniardá, Benimantell, Abdet y Guadalest (en el valle de Guadalets, al N); finalmente, Sella (en el límite S. de la sierra). Entre ellos, podemos destacar Guadalest que ha sido la capital histórica de un valle que fue reducto de moriscos que fundaron alquerías como la de Aljofra (actual Confrides) hoy despobladas en su mayor parte y de las que sólo quedan las actuales poblaciones. Guadalest presenta una imagen única y especial, emplazada en lo alto de una estrecha formación pétrea. Esta escarpada ubicación de la villa la hacía prácticamente inexpugnable por lo que fue tradicionalmente la población más importante del valle, donde vivían los administradores feudales de la zona.

La Sierra de Aitana es un hito paisajístico que es muy frecuentado por los excursionistas, entre los que podemos destacar a Eduardo Soler cuyos estudios científicos y excursionistas se publicaron en la primera década del siglo XX, con notas de sus viajes por Alicante citando entre los lugares visitados la Sierra de Aitana.

 

Elena Grau
Departament de Prehistòria i Arqueologia
Universitat de València

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Fotos

Sierra de Aitana (foto Miguel Lorenzo).Neveros en Sierra de Aitana (foto Miguel Lorenzo).Sierra de Aitana (foto Miguel Lorenzo).Sierra de Aitana (foto Miguel Lorenzo).Sierra de Aitana. Font de la Forata (foto Miguel Lorenzo).Sierra de Aitana. Pas de la Rabosa (foto Miguel Lorenzo).Neveros en Sierra de Aitana (foto Miguel Lorenzo).Sierra de Aitana (foto Miguel Lorenzo).Atardecer en la Sierra de Aitana (foto Miguel Lorenzo).

Mapas

Citas

Francisco Figueras Pacheco (1920-1927). Geografía General del Reino de Valencia de Carreras Candi.

“La Aitana es un extenso macizo de rocas que representa en esta región el mismo papel que Peñagolosa en las sierras del Maestrazgo, y después de ella es la más alta del Reino de Valencia, alcanzando 1.558 metros sobre el nivel del Mediterráneo, lo cual explica el hecho de ser
el primer monte cuyas cumbres se coronan de nieve
en toda la Provincia y el último que se ve libre de ella,
a pesar de su proximidad al mar.”

Gabriel Miro (1903). Hilván de escenas, en Obras Completas de Gabriel Miro (2006).

“Es la cima de estos roquedos mirador estupendo desde donde se atalaya despejadamente lo descrito y la continuación del valle, ya anchuroso, suave y exornado por la lujuriante ufanía de los pámpanos.
De trecho en trecho emerge una morena masía, un alargado riu-rau, bajo cuyas arcadas se marchita y cura la arracimada pasa, dulce y rugosa.
Y la turgente serranía se aleja en ondulaciones azules, como olas sin espuma, enormes, mudas, del Mediterráneo pálido, dormido, que allá lejos, se funde con el cielo lumbroso.”

Francisco Figueras Pacheco (1920-1927). Geografía General del Reino de Valencia de Carreras Candi.

“Al otro lado del Puig Campana y en la divisoria de los partidos de Vilajoyosa y Callosa d’En Sarrià, se eleva la famosa sierra Aitana, cuyas crestas aparecen cubiertas de nieve durante gran parte del invierno y hacen que sean muy fríos los vientos del Norte. Ramifícase esta sierra en otras de menor altura, que corren en forma de cordillera hacia el Oeste, dejando sólo un estrecho camino o sendero llamado el puerto de Penáguila o más propiamente dicho de Sella”.

Bibliografía

Marco, J. A. (2001)

Aitana como espacio singular: perspectiva geográfica de una montaña mediterránea, Universidad de Alicante.

Marco, J. A. y PADILLA, A. (2002)

Aportaciones recientes al conocimiento biogeográfico de Aitana (Alacant), Servicio de Publicaciones de la Universidad de Alicante.