Paisajes habitados

Albaida

La ciudad blanca

El marco físico

El término de Albaida se localiza en el área central de la Vall d’Albaida, en el sur de la provincia de Valencia. La comarca está ubicada en la zona externa de las cordilleras Béticas, concretamente en el Prebético externo, caracterizado por pliegues de orientación WSW-ENE. Está conformada por un amplio valle sinclinal nítidamente delimitado por anticlinales calcáreos cretácicos. Al norte se levanta La Sierra Grossa, con altitudes entre los 400 y 700 metros, y al sur la alineación Agullent-Benicadell, con elevaciones superiores a los 1.000 metros. El valle se halla recubierto por potentes sedimentos terciarios, compuestos por margas miocenas de la facies tap, conocidas popularmente como albarizas por su coloración blanquecina. Esta tonalidad da nombre al topónimo Albaida, de origen árabe /al-bayda/ y cuyo significado es “la blanca”.

En el extenso valle de la comarca se ubica el municipio de Albaida, con una superficie de 35 km2. Presenta un paisaje dominado por sucesivas lomas y recortado por profundos barrancos. Este llano margoso está delimitado en el sector meridional por el anticlinal calcáreo de la sierra de la Covalta, que junto con el monte del Castell Vell (563 m) y los montes de la sierra de Atzeneta (el Alto de En Roda, 628 m, y la Loma de Faus, 674 m), flanquean el Port d’Albaida (620 m). Este collado constituye la principal salida natural del valle, a consecuencia de una falla que separa las alineaciones montañosas de Agullent y Benicadell. En este sector se origina el río Albaida, en el paraje de Els Fontanars. Irriga la zona más llana del municipio albaidí y recibe en su recorrido por el término las aportaciones de los barrancos de Agullent, El Forcall, el Barranc Pregó y Els Barranquets. El límite septentrional del municipio lo conforma el río Clariano o del Pou Clar, que constituye el principal afluente del río Albaida.

 

Agricultura y regadíos tradicionales

Los suelos de Albaida figuran entre los más fértiles del territorio valenciano, debido a su riqueza en nutrientes y a su elevada capacidad de retención de la humedad. Las actividades agrarias se desarrollan principalmente en el sector septentrional del municipio, con terrenos drenados por diversos barrancos. Predominan los frutales (caqui, albaricoquero, almendro y ciruelo) con 632 hectáreas, lo que representa la mitad de las 1.300 hectáreas cultivadas en el término. También destacan los viveros, los olivares y la viña.

El municipio dispone de una amplia variedad de elementos y sistemas de regadío tradicional, que generan paisajes del agua de contrastado valor cultural y patrimonial. Destaca el de la Acequia del Port, el segundo de mayor extensión en la Vall d’Albaida. Se abastece de la galería drenante de la Font del Port, ubicada en la ribera derecha del barranc del Naixement. Se desconoce la fecha exacta de su construcción, pero ciertos indicios señalan que quizás fue construida entre los siglos VIII y X. El sistema irriga una superficie de 2.450 hanegadas en los términos de Albaida (1.297 hanegadas), Palomar (870 hanegadas) y Atzeneta d’Albaida (283 hanegadas), cultivadas con olivos y árboles frutales. Llegó a abastecer hasta 9 molinos (5 de los cuales están emplazados en Albaida), y multitud de lavaderos, tanto particulares como públicos, lo que deja constancia de su importancia histórica. Otros sistemas de regadío histórico en el municipio son el de la Font de la Beneita, les Fontanelles, o la Font de la Vila.

 

Espacios naturales

En el sector meridional se concentran las principales elevaciones del término. La mayor se corresponde con la sierra de la Covalta, con una altitud de 890 metros en el pico homónimo. La cumbre está formada por una meseta que ocupó uno de los poblados ibéricos (siglos VI-IV a.C.) más significativos del territorio valenciano. En la parte inferior de la cima se halla el abrigo de la Covalta, una gran cavidad alargada desde la que se pueden admirar espectaculares panorámicas del sector central de la Vall d’Albaida. En el interior de la cueva se ha canalizado una pequeña surgencia de agua para la conformación de una fuente. Las faldas de la sierra están cubiertas de espesos y umbríos bosques de pinos, así como de matorrales y pastizales. Los lastonares predominan en los suelos frescos y profundos, y colorean la sierra de diferentes tonalidades según la especie en floración.

Además de la mencionada flora común, existen especies botánicas de distribución geográfica limitada, que destacan por su rareza. Con el propósito de proteger la variada flora rupícola, repleta de endemismos, se declaró en 2002 la microrreserva de la Ombria de la Cova Alta, con una superficie aproximada de 19 hectáreas. Las especies prioritarias son el Geranio de roca (Erodium saxatile), Gallo de roca (Linaria cavanillesii), Rompepiedras u Orejas de Ratón (Sarcocapnos Saetabensis), Abejera amarilla (Ophrys lutea) y Anteojos (Biscutella montana).

El sector suroriental del término forma parte del Paisaje Protegido de la Ombria del Benicadell, declarado en el año 2006. Posee una extensión de 2.103 Ha en una decena de municipios de la comarca de la Vall d’Albaida, de las que 304 ha se localizan en el término albaidí. La sierra, de orientación NW-SE, tiene una longitud de 25 kilómetros y constituye el límite natural entre las provincias de Valencia y Alicante. La erosión kárstica propicia una considerable diversidad de formas geológicas, y los fenómenos de surgencia son numerosos en la zona. Las repoblaciones realizadas a principios del siglo XX, principalmente con especies del género Pinus, y los frecuentes incendios acaecidos en las últimas décadas, han propiciado un mosaico vegetal en el que están representadas la mayoría de etapas evolutivas del bosque mediterráneo. En las zonas bajas existen ecosistemas agrícolas de excepcional valor paisajístico. En la actualidad la Ombria del Benicadell constituye un espacio apreciado y valorado por los numerosos visitantes. Las actividades principales se relacionan con el senderismo, el esparcimiento, la acampada o las prácticas deportivas, como la escalada o el cicloturismo.

 

Poblamiento y núcleo urbano

En el término municipal de Albaida se ubican una serie de emplazamientos históricos que datan del Eneolítico (Sifó de les Fanecades y Covatxa del Camí Reial), Bronce (Puntal de la Rabosa, Tossal d’En Roda y Alt del Cantalar) y de época íbera (la Covalta, Tossal del Castell Vell, Corral de Bollo, Alt del Pont Trencat y la Cova dels Ases). De la romanización hay indicios en la Casa de Santa Clotilde y el Pont Trencat. En época islámica ocuparon la zona elevada del término una serie de alquerías y cobertizos: Rahl Alboraibal, Couexcar, Benizaver, Aljorf, Rahal Abdulgelil, Beniàtif, y Betilla; mientras que en las proximidades del rio de l’Olleria se encontraban las alquerías de Atzueva, Gafit y Venalguazil. Estas aldeas junto con otras poblaciones conformaban el término de hisn o castillo de Albaida, el actual “Castell Vell”. Sin embargo, con anterioridad a la ocupación cristiana, ya existía en el monte de la Vila un “Castell Nou”, custodiado seguramente por una guarnición almohade. Fue en este espacio donde Jaume I instaló una guarnición en 1244, y en 1248 fundó la actual Vila. El título de ciudad le fue otorgado a Albaida en 1906 por Alfonso XIII.

El núcleo urbano de Albaida se emplaza sobre el cerro de Vistabella. Ofrece una localización estratégica, por encima de la orilla izquierda del río Albaida y una altitud media sobre el nivel del mar de unos 323 m. En el núcleo antiguo predominan los edificios tradicionales de los siglos XIII-XIX. La Vila forma un laberinto de calles medievales estrechas, tortuosas y empinadas, en el área del antiguo recinto amurallado. Es a partir de la fundación de la Vila cuando se inicia la expansión del casco urbano, mediante la creación de nuevos barrios: El Raval Jussà (c. 1248-1400), el Sobirà (siglo XIV), la volta de la Processó (siglos XV-XVII), el barrio del Real (1680-1750), el barrio de Sant Antoni (c. 1771-1800) y el pueblo de l’Aljorf, una antigua alquería morisca reedificada en el siglo XVII. Por otra parte se encuentra el área de expansión reciente, con la presencia de arquitecturas contemporáneas, resultado del crecimiento económico y demográfico del pasado siglo.

Debido al crecimiento urbanístico de la ciudad, se construyeron diversas fuentes entre la época islámica y el siglo XIX. Entre ellas destaca la “Font i Llavador de la Vila”, en el barrio de la Font de la Vila; la “Font de la Plaça” en la Plaça Mayor; la “Font del carrer d’Avall”, en la calle homónima; la “Font de la Barrera”, en la plaza del mismo nombre; la “Font del Barri de Sant Antoni”, en la calle de l’Arqueòleg Ballester; la “Font de la Glorieta (o del Lleó)” en la calle Verge del Remei y la “Font i Llavador de l’Aljorf”, sito en el núcleo homónimo.

En la Plaça Major existe un destacado patrimonio histórico que configura el paisaje urbano de Albaida. Podemos visitar dos portales de los tres que aún se conservan, el de la Vila y el de València. Su construcción está datada entre los siglos XIII y XV. Permanecen actualmente cuatro torres vinculadas a la muralla primitiva levantada en el año 1300, de la cual se observan partes en el Carrer d’Avall, en la torre y torreón de la Guaita y en la Plaça Major. Asimismo, es en esta plaza donde se alzan dos de los edificios más significativos del término: el Palacio de los Milà y Aragó y la Iglesia Parroquial de la Asunción de Nuestra Señora. El primero, construido entre 1471 y 1610, posee un estilo de construcción rústico con elementos góticos, renacentistas y barrocos. El linaje de los Milà y Aragó tuvieron este palacio desde 1477 hasta 1841, año en el que se extinguió la rama principal de la familia. Durante este periodo ostentaron los títulos de Barones, Condes y Marqueses de Albaida. En la actualidad, en el interior del palacio podemos visitar el “Museu Internacional de Titelles” y una maqueta del municipio del siglo XV. La Iglesia Parroquial de la Asunción de Nuestra Señora fue construida entre 1592 y 1624. Posee un estilo gótico, con dos portaladas renacentistas en su fachada. Su torre es el principal referente arquitectónico de la ciudad. En el año 2013 se declaró Bien de Interés Cultural Inmaterial los toques manuales de sus campanas (Decreto 111/2013). La Consueta y sus costumbres relacionadas con el sonido de las campanas, que siempre se han tañido y volteado a mano, han conformado el paisaje sonoro de la ciudad desde el siglo XIII. En la misma plaza se ubica el Ayuntamiento nuevo. El edificio es una casa señorial (Casa de Llinàs) construida en el siglo XVIII. En las inmediaciones se localiza la Casa-Museo del pintor albaidí José Segrelles, donde se exponen las obras del artista distribuidas por las diferentes dependencias de la casa.

 

 

Sandra Mayordomo Maya 
José Vicente Aparicio Vayà
Departamento de Geografía
Universitat de València

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Fotos

La Cova Alta (foto Miquel Francés).La villa (foto Miquel Francés).Panorama d’Albaida (foto Miquel Francés).Parroquia de Nuestra Señora de la Asunción (foto Miquel Francés).Plaça Pintor Segrelles (foto Miquel Francés).Salón de Plenos del Ayuntamiento (foto Miquel Francés).

Mapas

Citas

Joan Fuster (1984). Viatge pel País Valencià.

“Albaida significa en àrab «la blanca», i pot ser que el topònim respongui al fet de trobar-se la població assentada en un altell de terra blanquinosa, com en general blanquinós és tot el sòl de la seva vall. Un riu –un altre riu- se li acosta, embarrancat, li demana en préstec el nom, i camina cap al Nord a desguassar en el Xúquer. La ciutat va ser cap del seu marquesat, i conserva el palau senyorial, vertader alcàsser, amb tres robustes torres”

Antonio J. (1797). Observaciones sobre la historia natural, geografía, agricultura población y frutos del Reyno de Valencia.

“La felicidad del valle proviene principalmente de las muchas y abundantes fuentes (…). Esta es la mayor [la del Puerto], y ella sola proporciona riego á gran parte de las huertas del Palomár, de Adsaneta y de Albayda. Nace al mediodía y como á un quarto de esta villa en un olivar inmediato al convento de Dominicos. Aprovéchanse estos de las aguas para fecundar 40 hanegadas de huerta, cultivada con tanto esmero, que puede servir de modelo á muchas del reyno.”

A. Bataller (2001). La Vall d’Albaida: terres i gents.

“Realment la ciutat [Albaida] pareix un antic navili, vist d’esquena, amb l’alta popa. Sobre un elevat promontori que tallen i envolten les profundes fosses de dos barrancs –però, un és el riu Albaida- s’alça, dominant-ho tot, la vella església parroquial, de carreus de color coure de tosca, amb una esvelta i desafiant torre. Adossada a ella, les torres senyorials d’un palau. I moltes cases –moltes cases blanques-, envoltant-la, com agenollades. A continuació, cap al sud, la ciutat –el navili- s’allarga sobre un pla. Només al final, la línea de les teulades s’alça com si volguera paréixer la proa.”

Dicho popular

“Rode per on rode, a parar a Albaida”

Bibliografía

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Generalitat Valenciana-Portal de información Argos:

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La Vall d’Albaida-La Vall Blanca:

http://valldalbaida.com