Paisajes de montaña y forestales
La pared montana que separa las provincias de Valencia y Alicante
Benicadell es una de nuestras montañas reconocibles a distancia y por sus distintas vertientes, visible su vigorosa silueta con fuerza en el paisaje.
Es además el pico más alto, 1.104 m de la sierra del mismo nombre. Sierra que se extiende a lo largo de unos 25 Km en dirección NE-SO, separando las comarcas de la Vall d’Albaida, por el norte, y del Comtat, por el sur. Su núcleo principal está adscrito a los términos municipales de Atzeneta d’Albaida, Beniatjar, Carrícola, Albaida y Salem, (provincia de Valencia), y a Muro de Alcoy, Gaianes, Beniarrés y l’Orxa, (provincia de Alicante). Por el este, la sierra de Benicadell finaliza en los barrancos por los que discurre el río Serpis que, procedente de la Sierra Mariola, de las tierras alcoyanas, del embalse de Beniarrés y de l’Orxa, se dirige por el “Estret de l’Infern” hacia Villalonga y Gandia, en donde desemboca en el Mediterráneo. Por el oeste, la sierra de Benicadell concluye en el Port d’Albaida (620 m de altitud), prolongándose a partir de aquí por la sierra de Agullent.
Las abruptas vertientes del Benicadell y su alineación determinan una clara diferenciación climática, así retienen los fríos y húmedos vientos del norte, produciendo una precipitación notablemente inferior en la vertiente de solana. Este hecho, unido a una mayor insolación, conlleva una menor disponibilidad de recursos hídricos para la vegetación que queda patente en una vegetación distinta en ambas vertientes, así la umbría siempre ha contado con una flora muy rica, mientras que las laderas meridionales han presentado generalmente un aspecto más árido. Esta diversificación de los ecosistemas hace que se pueda considerar como una de las reservas de la biodiversidad mediterránea, un santuario botánico. Su cobertura forestal se ha visto muy perjudicada por los repetidos incendios que la han asolado a lo largo de muchos veranos, así durante los años 80 del siglo XX el bosque de pinos existente en su vertiente norte desapareció tras los continuos incendios. En la actualidad, la sierra presenta una cobertura arbustiva casi desprovista de árboles y, en sus dos vertientes, ostenta la merecida consideración de Paisaje Protegido.
Por las tierras del Benicadell podemos observar la milenaria huella dejada por diferentes culturas a lo largo de la Historia. Numerosas son las manifestaciones que atestiguan la estrecha vinculación existente entre esta sierra y sus habitantes, así es fácil encontrar yacimientos arqueológicos, construcciones para la captación y canalización de aguas de época romana y árabe, pozos de nieve, muros de piedra seca, torres-vigía, castillos, caminos, bancales y otras construcciones realizadas en diferentes momentos y épocas históricas.
Las laderas de Benicadell se habitaron desde tiempos prehistóricos, pudiéndose destacar varios asentamientos, clave para el estudio de la prehistoria valenciana:
• La Cova de l’Or (Beniarrés), con uno de los conjuntos cerámicos con decoración cardial (VI milenio a.C.) más destacados de todo el Mediterráneo, ha servido como referente para explicar el proceso de introducción de la economía de producción neolítica.
• Otros yacimientos destacados son la Cova del Moro (Muro), la Cova Negra (Gaianes) y el Sercat (Gaianes), poblado del II milenio a.C. o las pinturas rupestres del barranc de la Carbonera.
• Covalta (Albaida), situado en la vertiente septentrional a 889 m snm, contiene restos de un poblado ibérico amurallado que ocupaba la cumbre de una colina con abruptos cortados en su cara norte. Fue excavado entre 1906 y 1925 por Isidro Ballester Tormo, siendo el primer asentamiento ibérico que se estudiaba en España en su totalidad.
Bajo la misma cumbre de la Covalta, y en su vertiente norte, se halla una gran cueva alargada, que ya fue explorada por el gran viajero del siglo XVIII, el botánico Cavanilles. Así refiere Cavanilles su ascenso al Benicadell:
“Para examinar el monte y subir su empinada cumbre escogí el día 8 de Agosto, quando ni había nubes, ni aquellas nieblas que con freqüencia lo rodean, é inutilizan el viage… Para subir con menos riesgo es preciso valerse de los prácticos de Salém, acostumbrados a trepar como cabras por aquellos riscos; mas conviene encargarlos no vayan por atajos, donde hay pasos sumamente difíciles y peligrosos, como experimenté en mi excursión… Dos horas empleé en llegar a los más alto, subiendo casi siempre por repechos y escalones…”.
En etapas más recientes, otros viajeros visitan también el Benicadell, entre ellos Sarthou Carreres, el pintor Segrelles y Emili Beut y otros.
El Benicadell tiene un especial significado como hito geográfico e identidad territorial para las comarcas de su entorno, en especial a partir de La Renaixença, movimiento sociocultural nacido del Romanticismo y que movilizó el sentimiento de la propia tierra, de la naturaleza idealizada y de sus paisajes como valor social colectivo.
Aunque, ya antes, en el siglo X, Ahmad al R?z?, geógrafo hispanoárabe, describió en su obra titulada Ajb?r mul?k al-Andalus entre otros lugares Alicante diciendo que:
“… se encuentra en la Sierra de Benicadell (Banu l-Qatil), a partir de la cual nacen otras montañas donde se encuentran varias buenas ciudades, en las cuales se fabrican muy buenas telas de seda. Sus habitantes eran malas gentes y de malas maneras, pero muy hábiles en sus obras”.
Al parecer, el nombre de la sierra tiene su origen en la denominación mantenida por los mozárabes de Peña Cadiella, topónimo anterior a la conquista islámica. Así, al menos, consta en el Cantar del Mio Cid:
…Ganaron Peña Cadiella/ las salidas e las entradas…
Y Menéndez Pidal en «La España del Cid» da como cierta la cita del cantar e interpreta Benicadell como la deformación arabizada de Cadiella. Leyenda y realidad evocan en el poema épico del Cantar la figura legendaria del Cid unida a la montaña y certificada por la historia, ya que a pie de la sierra, entre los términos de Otos y Beniatjar, yacen los escasos restos del castillo de Carbonera, de origen califal y que algunos historiadores identifican con el que fortificó el Cid en el año 1092.
Como se ha señalado, anteriormente, en Benicadell existen varias cavas, neveros o “pous de neu”, conocidos como la cava o nevera de Benicadell, la de Dalt, la de Baix, la de Xamarra, la del Corral de Diego y la de la Lloma Solaneta.
Por otro lado, la presión demográfica en la que se vio inmersa la zona en el siglo XVIII forzó el abancalamiento de sus laderas hasta cotas difícilmente imaginables, que se fueron compaginando con otros usos tradicionales de la sierra, como fueron la explotación maderera, la extracción de leña y la apicultura.
En definitiva, la Solana del Benicadell es un paisaje en cuya conformación tiene mucho que ver la acción humana a lo largo de la historia, que ha configurado ambientes nuevos y diversos.
La presión demográfica, en la que se vio inmersa la zona en el siglo XVII, forzó el abancalamiento de sus laderas hasta cotas difícilmente imaginables, que se fueron compaginando con otros usos tradicionales de la sierra, como fueron la explotación maderera, la extracción de leña y la apicultura.
La Serra de Benicadell a la vez que sirve de frontera provincial convencional, entre Valencia y Alicante, constituye un espacio natural apreciado por los habitantes de la zona como lugar de esparcimiento y es además, un clásico del montañismo siendo el referente de numerosos escaladores que encuentran en ella la fascinación de las grandes montañas, con su larga fachada rocosa y almenada por una recortada y esbelta cresta.
Actualmente, la vertiente norte de esta sierra, situada en la provincia de Valencia, ha sido declarada Paisaje Protegido por el Consell de la Generalitat, con la denominación de “Ombria del Benicadell”. El Paisaje Protegido de la Solana del Benicadell completa la protección del macizo montañoso en la vertiente incluida en la provincia de Alicante, por lo cual ambas iniciativas de protección son complementarias y se refuerzan mutuamente. Concretamente, se van a defender los valores medioambientales de 2.103 ha de la vertiente norte de la sierra de Benicadell, pertenecientes a diez municipios de la Vall d’Albaida (Albaida, Atzeneta d’Albaida, Bufali, Carrícola, el Palomar, Bèlgida, Beniatjar, Otos, Ráfol de Salem y Salem). En lo que respecta a la vertiente meridional de Benicadell –la denominada Solana afecta a unas 900 ha de la comarca de El Comtat (términos municipales de Muro de Alcoi, Gaianes, Beniarrés, etc.).
Elena Grau
Departament de Prehistòria i Arqueologia
Universitat de València
Jaume I el Conqueridor. Llibre dels Fets.
"Car si Penacadell se perdia, lo port de Cocentaina se perdria, que no gosaria hom anar a Cocentaina, ni a Alcoi, ni a les partides de Seixona, ni a Alacant per negun lloc, e seria gran desconhort dels crestians."
Tomàs Escuder i Palau. "Paratges del País Valencià".
"La serra de Benicadell bé es mereix un viatge oportú. De fet, com la resta d’indrets que he recorregut durant anys i anys, l’he vista de moltes maneres: abillada amb boires o amb sol africà. La darrera vegada que m’hi vaig acostar, la seua bellesa es va fer palesa sota les dues condicions més oposades: a la vesprada va lluir el sol, i al matí següent el nuvolam espès arribava fi ns a les pobles veïnes [...] El retall brusc, salvatge, perfiladíssim de la línia cimera dibuixa una imatge de serenor i de gosadia que alguns dies portem a dintre. Els cantells del rocam espurnegen contra el blau, un coll trenca la fi gura ascendent fi ns qu el cim, amb els seus 1104 metres, s’alça ample i estàtic".
A. J. Cavanilles (1795). Observaciones sobre el Reyno de Valencia.
"Para examinar el monte y subir su empinada cumbre escogí el día 8 de Agosto, quando ni había nubes, ni aquellas nieblas que con freqüencia lo rodean, é inutilizan el viage… Para subir con menos riesgo es preciso valerse de los prácticos de Salém, acostumbrados a trepar como cabras por aquellos riscos; mas conviene encargarlos no vayan por atajos, donde hay pasos sumamente difíciles y peligrosos, como experimenté en mi excursión… Dos horas empleé en llegar a los más alto, subiendo casi siempre por repechos y escalones".
Poema de Mío Cid.
"Sonando van sus nuevas, alent parte del mar andan;
alegre era el Çid e todas sus compañas,
que Dios le ayudara e fiziera esta arrancada.
Davan sus corredores e fazien las trasnochadas,
llegan a Gujera e llegan a Xátiva,
aun mas ayusso, a Denia la casa;
cabo del mar tierra de moros firme la quebranta.
Ganaron Peña Cadiella, las exidas e las entradas.
Quando el Çid Campeador ovo Peña Cadiella,
ma’les pesa en Xátiva e dentro en Gujera,
non es con recabdo el dolor de Valençia."
David Mira.
"La Vall es fa serra al Benicadell".
CRUZ OROZCO, J. y SEGURA MARTÍ, J. M. (1996)
El comercio de la nieve. La red de pozos de nieve en las tierras valencianas, Valencia, Conselleria de Cultura, Educació i Ciència.
NAVARRO OLTRA V. C.
El Castillo de Penna Cadiella en la sierra de Benicadell. Al-qantara: Revista de estudios árabes, vol. 23, pp. 299-330.
PIQUERAS, J (1995)
Geografia de les comarques valencianes, Valencia, Edita Foro Ediciones S. L.